NOTICIAS DEL DOCTOR SCIENCEMAN
¡Hola, chicos de Monzalbarba!:
¿Qué tal habéis pasado las vacaciones? ¿Bien? Yo, sólo regular.
Os lo voy a explicar.
No os diré nada nuevo,
ya me conocéis, si os digo que por mis despistes pierdo mucho tiempo subiendo y
bajando del cielo, y yendo y viniendo por el mundo.
Pues eso se acabó. Sí. Este verano no me he equivocado de
avión ni de autobús ni de ciudad; y tampoco me he encontrado sin saber cómo en
un desierto con mucha arena delante, y más arena detrás.
Así ha sido. Pero yo he cambiado poco. Soy igual de despistado.
Si no he cometido errores ha sido porque
no me he movido de casa. Y no me voy a
mover en una larga temporada. El motivo es que llevo dos meses en cama y tengo para varios
más. Sí, ya sé que os da pena. Gracias. Pero estas cosas le pasan a la gente
como yo. Es el destino de los que viven en las nubes. Tras pasar por mil sitios
peligrosos sin un rasguño y sin perder ni un botón, el enemigo estaba en mi
propia casa: Un día, mientras me duchaba, estaba calculando la fuerza de la
pisada de un astronauta en la Luna ,
cuando, imaginándome que era yo el astronauta, pisé el jabón, me resbalé, me
caí y me rompí la pierna. El fémur y la tibia de la pierna derecha para ser exactos.
Tuve muy mala suerte, lo sé, pero no me quejo, aprovecharé
para leer muchos libros interesantes. Y a pesar de mi desgracia sigo acordándome
de vosotros. David me dijo este verano que el curso pasado hicisteis magníficos
proyectos y piensa que entre vosotros hay algún futuro premio Nobel. Y Marian
me ha enviado un correo en el que me cuenta que estáis tan felices y con tantas
ganas, que quizás este año os podría enseñar algo de lo maravillosas y mágicas
que son las Matemáticas.
Os he de decir que si pudiera moverme eso sería pan comido para
mí. Acordaos de la nave interestelar que enviamos al espacio. Va por el cosmos
a toda velocidad sin ningún fallo.
Pero ya veis que no puedo ni levantarme. Siento no poder ayudaros
pero hay alguien que sí puede hacerlo. No estoy pensando en el doctor Moebius,
que está castigado en Siberia por malo. Ni en Félix Ardevole, mi amigo, que
desde que se ha convertido en SuperFélix está muy atareado ayudando a la
humanidad.
Creo que os puede ayudar Natalia. Sí, Natalia, una mujer, y
además doctora en Matemáticas. La doctora Natalia Polgar. Quizá os suene su apellido.
La doctora Polgar es prima de Judith Polgar, la campeona del mundo de ajedrez.
De pequeñas jugaban mucho juntas. Judith destacaba en ajedrez y Natalia en
Matemáticas así que ahora las dos hacen
bien ambas cosas: jugar y calcular. Este verano Natalia ha venido a visitarme muchas
tardes y antes de irse jugábamos una partida de ajedrez. Ella siempre me ganaba.
La conocí hace cuatro años en un concierto. A los dos nos
encanta la música. Y vosotros también la conocéis, aunque no de vista sino de
oídas. Recordad el vídeo de fin de curso en el que mi grupo musical y yo tocábamos
una versión arrolladora y genial (es una opinión que leí en el blog del colegio)
del i´m a believer. Pues sabed que Natalia
es la que tocaba los teclados. No se le veía porque es un poco vergonzosa, pero
se le oía. Sus teclados nos guiaban y envolvían y los escuchasteis claramente
si estuvisteis atentos.
Bien. Os aseguro que si hubiera un campeonato del mundo de
Matemáticas, Natalia quedaría campeona con toda facilidad. Es capaz de
memorizar y luego repetir en el mismo orden que le digan 100 números salteados;
de multiplicar mentalmente 579 x 84 en 5 segundos; de decirte los números
primos que hay hasta 1 millón; e incluso
de jugar partidas de ajedrez teniendo
los ojos vendados y ganar a cualquiera. Bueno, a cualquiera que no sea su prima
Judith.
Por cierto, me ha dicho vuestra querida teacher Pilar que
este curso todos los que quieran podrán apuntarse a aprender a jugar al ajedrez.
Os animo a hacerlo. Es muy divertido y os enseñará a pensar. Yo empecé a jugar
con 3 años y sigo jugando y aunque Natalia me gane, no me importa.
Bueno, queridos niños de Monzalbarba, creo que cambiaré el
jabón por el gel, que es menos peligroso; y en cuanto pueda, seguiré viajando
por el mundo enseñando las maravillas de la ciencia.
Adiós a todos.
El profesor Scienceman