viernes, 30 de noviembre de 2012

¡¡Un email del Dr. Scienceman!!

¡Hola amigos!

Me gustaría poder decir que voy a estar esta semana de visita en vuestro cole pero, como soy tan despistado, me ha sucedido una historia de las mías...Cuando iba a coger el avión desde Nueva York con destino Zaragoza me he debido confundir y he cogido el avión equivocado...y ahora me encuentro en una ciudad que no conozco y donde no hablan mi idioma. Como estaba hambriento me he comprado algo típico de aquí que lo llaman "croissant" y estoy sentado en un banco desde donde puedo ver una torre muy alta. Ahora tengo que buscar un sitio para pasar la noche. No sé como me entenderé con la gente, aunque parecen todos muy amables.
¿Podeis ayudarme a encontrar esta ciudad en el mapa? ¿Dónde me encuentro?

Un saludo, mis queridos amigos. ¡Nos vemos pronto!

Dr. Scienceman.

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viernes, 23 de noviembre de 2012

LOS RETOS DE DR. SCIENCEMAN

Hola a todos:
El Dr. Scienceman nos mandó un telegrama diciéndonos que nos enviaba unos RETOS que tenemos que resolver. Estos son los de esta semana.




Conocemos al Dr. Scienceman

CONOCIENDO AL DOCTOR SCIENCEMAN
 
Los niños del Vizarra hemos imaginado al Doctor Scienceman. Cada uno de los chicos del cole hemos hecho nuestro dibujo imaginando cómo puede ser: alto, bajo, gordo, flaco, con gafas, sin ellas, con bigote, con el pelo rizado o liso, largo, o corto, con bata o con una probeta en la mano... Derrochando arte, por medio de un concurso, hemos elegido un dibujo ganador de cada aula y de ahí... ¡votación popular! And the winner is...
 


¡¡Nos visita el Doctor Splash!!

¡VISITA INESPERADA!

Este lunes tuvimos una gran sorpresa. Creíamos que iba a venir el Dr. Scienceman pero... ¡no pudo ser! Ya sabéis que es un poco despistado y perdió el avión, así que mandó a tres de sus colegas: el Dr. Splash, la Dra. Ensayo y la Dra. Error.
 

Cuando estábamos preparados para que saliese el Dr. Scienceman, de repente apareció el Dr. Splash, un antiguo alumno suyo que vino a descubrirnos cosas sobre la ciencia. Nos lo pasamos genial porque el Dr. Splash es un poco torpe y nos hizo reir mucho. Llamó a sus amigas la Dra. Ensayo y la Dra. Error para que le ayudaran a hacer algunos experimentos. Aprendimos mucho y nos dimos cuenta de que la ciencia es divertida y no es sólo cosa de mayores. Nos enseñaron como experimentar con latas de Coca-Cola o como cambia la tiza al meterla en diferentes sustancias. Algunos niños del cole ya lo han probado en su clase... ¿os animais vosotros a hacerlo en casa también? Nos encantaría que nos lo contarais aquí.

jueves, 15 de noviembre de 2012


¡¡¡¡EXTRA, EXTRA!!!!

¡Los chicos del Vizarra reciben una carta de Doña L!!!!

Queridos niños:

Todavía me estoy recuperando de la tremenda aventura en la que me metisteis el curso pasado, cuando tuve que ayudar al Fantasma de la lluvia y de los truenos, a doña D, a Sofía, a Julián y a los demás a encontrar el Arco Iris que los malvados freshklins habían robado. Fue una aventura emocionante pero también complicada y muy agotadora.

Bueno. Hace un mes David me escribió un correo electrónico contándome que este curso vais a dedicarlo a La Ciencia y me preguntaba si yo podía hacer algo al respecto. Le dije que soy poco científica pero que conocía a alguien que podría ayudaros. Os contaré cómo lo conocí.
Resulta que este verano pasado, un día de calor infernal, en mi librería Mundolibro hice la presentación  del libro que vosotros escribisteis y que se titulaba, como recordaréis, Doña L y el Arco Iris. Estaba la sala llena de público a rebosar, se había hecho ya el silencio, y yo había empezado a hablar cuando entró corriendo y jadeando un hombre que llevaba puesta ropa de invierno. Se paró delante de mí y me dijo:
-Sorry, ya sé que llego un poco tarde pero se me ha olvidado  cambiar la hora del reloj al bajar del avión y como aquí son tres horas más que en San Francisco,  pensaba que era por la mañana y ya es por la tarde.
Yo me quedé muda con el libro en la mano y la boca abierta ante tan insólita visión. Como me vio tan paralizada me preguntó:
-¿No es usted la doctora Torlëss de la universidad de Estocolmo?
-No -le dije. -Yo soy doña L. Soy escritora y dirijo esta librería.
-¿Pero no es éste el Congreso de Física Cuántica que organiza cada verano La Academia de Ciencias de Buenos Aires?
-No, señor. Es la presentación del libro que escribieron los niños del colegio de Monzalbarba el curso pasado titulado precisamente Doña L y el Arco Iris.
-¿Entonces, no es éste el edificio del Palacio de Congresos de Buenos Aires?
-Pues otra vez no. Es la librería Mundolibro de Zaragoza.
-¿Zaragoza? ¿Me está usted diciendo, mi querida señora, que no estoy en Argentina?
-Lo siento por ser tan negativa, pero me temo que no. Está usted en España, concretamente en Aragón, en la llamada tierra noble.
Se dejó caer en una silla y empezó a lamentarse y  desesperarse:
-Ya le dije a mi colega el doctor Salinger que yo con los aviones me manejo muy mal. Soy muy, muy despistado. En San Francisco muchas veces me equivoco de tranvía y no voy donde  yo quiero ir pero por lo menos no me alejo mucho de casa; pero cuando me equivoco de avión acabo en un país inesperado, y puede suceder, como aquí,  que haga mucho calor y yo sólo tenga ropa  de invierno. ¿Qué voy a hacer ahora?

Lo consolamos como pudimos y le prometimos nuestra ayuda. Nos dijo que se llamaba Scienceman, el doctor Henry Scienceman y que era científico. Yo su nombre lo conocía porque cada año está entre los candidatos al Premio Nobel de Física y sale en los periódicos.
¿Habéis oído hablar de la doble hélice del ADN  que está en los genes? Pues él tuvo la primera y espectacular idea de su forma mientras soñaba con serpientes cuando era estudiante en Harvard,  pero sus compañeros Watson y Crick se la apropiaron y se llevaron la gloria.
¿Habéis oído hablar del ruido de la radiación cósmica de fondo del Universo? Pues él lo escuchó antes que nadie pero lo confundió con las interferencias de la radio del vigilante del parking del centro de investigación donde trabajaba y el reconocimiento mundial se lo llevaron Penzias y Wilson.
¿Sabéis quién descubrió que el Universo se expande cada vez más rápido? Sí, fue él, una noche que se quedó atascado en la autopista  y se puso a mirar las estrellas, pero creyó que eso era imposible y que sus cálculos estaban equivocados así que los tiró a la papelera, y de la papelera alguien los cogió.
¿Sabéis quién adivinó que en el centro de cada galaxia hay un agujero negro? Sí, otra vez el doctor Scienceman. Y lo descubrió desde La Tierra porque los agujeros negros son muy peligrosos y es mejor no acercarse a ellos.
¿Conocéis la hazaña de Félix Baumgartner que hace unas pocas semanas se lanzó en paracaídas desde 39 km de altura? Seguro que sí. Pero quizá no sepáis que fue el dr. Scienceman el que construyó el globo de helio para subir y el que  dio las instrucciones por radio a Félix durante el peligroso descenso mientras él estaba pegadito al suelo porque tiene vértigo  y le marean  las alturas.

Os podría seguir diciendo más genialidades del doctor pero con éstas ya os podéis hacer una idea de su gran talento. Así de fantástico es el doctor Scienceman, el nuevo amigo que conocí este verano: un gigante de la ciencia, un mago de los números, un domador de las ecuaciones, un explorador del infinito, un visionario de las intuiciones, un creador de mundos imposibles y, a la vez, el ser humano más despistado, ingenuo, pacífico, amable y bonachón que conozco.

De modo que la semana pasada le escribí a su querida universidad de Berkeley y le pedí si podía venir otra vez a Zaragoza, pero esta vez a propósito, al colegio de Monzalbarba, a enseñaros algo de lo maravillosa que es La Ciencia. Me contestó que sí pero que ya conocía yo sus problemas con los aviones, y que, por si acaso, metería en la   maleta un bañador no fuera a ser que acabara en Hawai.
Si un día de estos llega el doctor Scienceman a Monzalbarba, es porque por una vez se ha subido al avión correcto; si no llega, seguramente estará bañándose y haciendo surf sobre las olas, mientras su mente dibuja gráficos tridimensionales, mide distancias siderales, cuenta partículas subatómicas, construye edificios matemáticos y se pregunta a la vez cómo demonios pudo hacer para equivocarse otra vez de avión.

Ojalá  no se confunda porque le estamos esperando. Mientras tanto seguid leyendo mucho.
Muchos besos para todos.

Doña L